Cómo lograr orden, organización y limpieza en el taller
Un taller limpio y ordenado transmite una imagen de seguridad, profesionalidad y organización a nuestros clientes. Muchas veces la pulcritud de nuestra taller puede marcar la diferencia entre que un cliente potencial nos elija a nosotros o a la competencia en Mareva te lo contamos:
Limpieza en la zona de trabajo
Cuando el suelo de la zona de trabajo se mancha lo mejor es limpiarlo de inmediato ya que algunas manchas podrían ocasionar accidentes, por ejemplo las manchas de aceite. Las manchas de pintura también resultan nefastas, pues podrían teñir el suelo si no se actúa rápidamente.
Para mantener una correcta limpieza los trabajadores deben repartirse las tareas, es buena idea que cada empleado tenga una tarea de limpieza concreta: Fregar el suelo, devolver las herramientas a su sitio, distintas labores de mantenimiento… Y que la realice todos los días al terminar la jornada.
Crea un orden claro para las herramientas
Todas las herramientas del taller deben tener su lugar, a su vez todos los operarios del taller deben conocer ese lugar y ponerlas en su sitio cuando terminen con ellas. Mantener las herramientas en orden nos ayuda a saber su estado de un vistazo, si necesitamos más modelos de alguna y sobre todo nos evita buscar delante del cliente, cosa que no daría buena imagen.
Limpieza y orden en estanterías, bancos de trabajo y archivadores
Estos elementos también son una parte fundamental del taller y como tal deben estar en orden y mantener un buen nivel de limpieza. Por lo general estos lugares se ensucian menos pero también conviene revisarlos a diario para mantenerlos en óptimas condiciones. Puede ser la tarea de limpieza de uno de los operarios, que igual que el resto la realizará una vez terminada la jornada.
Mantén separada la zona de trabajo y de atención al cliente
Siempre que sea posible ambos lugares deben estar separados, ya que da mejor imagen atender al cliente en una zona calmada, donde no vea ni escuche el trabajo de los operarios.
Esta zona debe contar con una pulcritud especial, pues es la primera toma de contacto y determina la imagen que se llevará de nosotros. Se recomienda colocar algún ambientador, mantener una buena ventilación y crear una distribución profesional. Si cuentas con una persona dedicada exclusivamente a la atención al cliente, ella debería ser la encargada de su limpieza y mantenimiento.
Por supuesto no se necesitan elementos de limpieza tan abrasivos como en el taller, pues no se ensucia de la misma manera, lo que nos permite priorizar los productos con buen olor.
Recicla todos los elementos posibles
La mayoría de residuos que se crean en el taller son altamente reciclables: Baterías, componentes eléctricos…
Estos además necesitan una eliminación especial, lo ideal es crear un “contenedor” exclusivo para ellos dentro del taller, situado en un lugar que no afecta a la movilidad ni a la salud de los empleados. Ellos depositarán allí todos los deshechos a lo largo de la semana y una vez cada 7 o 15 días se llevarán al punto limpio, donde sus trabajadores podrán hacer el mejor uso de ellos.